La sexta palabra de nuestra Milpa Gráfica es “Temporal”. Esta se relaciona con el tiempo, con la lluvia y la ausencia de ella. Escuchar que es “tiempo de aguas” o “de secas” es parte del vocabulario habitual a la lógica campesina de pequeña escala, distinta a la de riego controlado.
La agricultura de temporal es vital para el cultivo de maíz criollo. La precipitación pluvial al inicio de la temporada de lluvias es el elemento importante en este sistema y en cada región cambia, aunque hay elementos comunes.
El ciclo agrícola incluye muchas actividades donde la participación familiar es muy importante ya que su uso básico es para auto abasto y consumo. Cada una es relevante y la organización del trabajo es fundamental, desde la preparación del terreno hasta el momento del almacenamiento, el consumo y la comercialización o intercambio de semillas.
La preparación del terreno implica el arado con yunta o un tractor, la labor de un yuntero o tractorista, con un salario por tareas, día o jornal. La siembra de maíz se realiza en terrenos cultivados anteriormente o donde aún existen plantaciones.
Es usualmente a principios de mayo o cuando empiezan a presentarse las primeras lluvias, en ese momento aparecen los primeros quelites (te he platicado más de ellos antes). El periodo de siembra de la milpa comprende desde las primeras semanas de mayo y puede prolongarse hasta la tercera semana de junio. Generalmente, se hace por la mañana.
Algunas personas agricultoras no aplican herbicida para controlar las hierbas ajenas al cultivo cortan las hierbas con un machete, a esta actividad agrícola se le denomina localmente como machetear o tlapahuilear, que se hace en junio. Otras lo hacen con maquinaría. Lo que es importante añadir es que la observación importa mucho, que se va diario al cultivo para cuidarle, necesita atención.
En julio, las plantas ya entran en floración, para agosto aparecen los primeros elotes. Se realizan elotizas y se comen asados, hervidos, en tamales o en diversos guisados, como te platiqué sobre lo que sucede en Topilejo, en la Ciudad de México o en San Felipe Sultepec en Tlaxcala. Las puntas de las plantas y hojas de las cañas son cortadas con machete, son utilizadas como forraje para alimento de los animales y las hojas son usadas como envoltura en la preparación de tamales. De la caña de maíz se extrae un agüita fresca que se bebe como golosina en algunas zonas.
A partir de septiembre, las plantas de maíz empiezan a secarse, las mazorcas o totomoxtles han madurado y es el momento de iniciar los preparativos para la cosecha. Quienes hicieron la siembra la primera semana de mayo, cosechan al finalizar octubre y quienes lo hicieron la siembra en junio, cosechan la última semana de noviembre y primeros días de diciembre, esto puede variar un poco año con año y depende la geografía y orografía. Las historias de la milpa mazahua que escribí en Fundación Tortilla o en el Almanaque de la Cocina Nacional pueden servir como más ejemplos.
La cosecha puede comprender de la tercera semana de octubre y prolongarse hasta diciembre. Este periodo es variable de acuerdo con la fecha en que se haya realizado la siembra y la variedad de la semilla sembrada. También se hacen siembras intercaladas para darle riqueza al suelo.
El temporal también depende de las fases lunares. En él, se involucra la ritualidad de cada familia y región. Los saberes se transmiten de generación en generación aunque existen algunas adecuaciones que se van haciendo según los cambios según la temporada. El cambio climático es una realidad: varias familias campesinas me han contado de cómo en esta década se han ido modificando cantidad de agua y tiempos en los que se presenta, así como aumentos de temperatura.
Sebastián Castillo realizó esta ilustración digital inspirado en aquellos grabados de principios del siglo XX, con figuras geométricas propias del impresionismo. También tomó en cuenta aquellos trípticos sobre la cosecha del maíz en el Códice Florentino y en la relación astronómica del sol y la luna con las diversas culturas agrarias antiguas en el mundo. Él busca mostrar el trabajo que tantos hombres y mujeres han hecho para cuidar los cultivos y darnos alimento e identidad.
Sobre Sebastián:
Sebastián Castillo estudió arquitectura en la UNAM y ha realizado trabajos enfocados a ciencias sociales en esta profesión, realiza ilustraciones y visualizaciones 3D. Es fan del coleccionismo de música y cine en diversos formatos.
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