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Conoce esta barra de chocolate en pro de la conservación del quetzal

Conoce esta barra de chocolate en pro de la conservación del quetzal

Nota

¿Te gustaría que al comer una barra de chocolate apoyaras una causa a favor del medio ambiente? El equipo de chocolatería La Rifa creó Quetzal y La Niebla, una barra de chocolate a favor de la conservación del quetzal mesoamericano que habita en la Reserva de la Biosfera El Triunfo.

Esta especie está en peligro de extinción y el Fondo de Conservación El Triunfo, FONCET, es una asociación civil que realiza diferentes acciones en pro del cuidado de esta ave.

El alimento de edición especial está hecho con cacao de la Alianza de Cacaoteros de la Selva Lacandona que agrupa a 58 familias campesinas que trabajan desde la visión agroecológica, por lo que no solo integran la parte medio ambiental en el proyecto sino la de buscar que cada eslabón de la cadena sea parte de un mismo discurso.

Es un polivarietal y sus sabores recuerdan al plátano, las avellanas, ciruelas pasas y al caramelo. Cuesta 70 pesos y por cada barra que compres La rifa dará 10 a la causa.  Su empaque fue ilustrado por Yurex Omazkin. Consíguela en Dinamarca 47, colonia. Juárez, en la Ciudad de México.

Quetzal mesoamericano: más sobre esta ave

Esta especie habita en los bosques de niebla de la Sierra Madre de Chiapas, en especial en los de la Reserva de la Biosfera El Triunfo. Cada año, y con el apoyo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), FONCET realiza acciones para asegurar la conservación del quetzal mesoamericano y su hábitat para las siguientes generaciones.

Taxonómicamente, pertenece a los Trogonidae, una familia pantropical de aves de bosque de brillantes colores, y la cual es la única del orden de los Trogoniformes. Etimológicamente, su nombre procede de la palabra griega “tragón” que significa “mordisquear”, debido a que estas aves horadan agujeros en los árboles para construir sus nidos, según se lee en el documento Programa de Acción para la Conservación de la Especie Quetzal (Pharomachrus mocinno mocinno) de la SEMARNAT/CONANP.

Existen cinco especies del género Pharomachrus y, Pharomachrus mocinno, el quetzal mesoamericano, se distribuye en los bosques de niebla del sureste de México hasta el noreste de Panamá. Esta se considera como la que tiene un mayor grado de amenaza. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) la catalogó en 2015 como “Casi amenazada” ya que es altamente vulnerable  a la deforestación. Sin embargo, esto podría cambiar a una de mayor grado de peligro con datos más actualizados.

Es omnívoro y los machos se distinguen por sus plumas esmeralda iridiscente y la hembra es menos llamativa (su cabeza es más opaca, la boca negra y la cola blanca con barras horizontales). Es una especie rara, con una de las abundancias más bajas en los bosques donde habita.

Se desplaza hasta 10 kilómetros de su lugar de reproducción y llega hasta altitudes de 800 metros. Requiere de troncos en estado de descomposición en los cuales existan cavidades previamente construidas por otras especies, ya que los quetzales no cavan sus nidos sino que remodelan huecos abandonados.

La primera gran amenaza de este animal es que en México el bosque mesófilo de montaña es frágil y vulnerable debido a su extensión reducida y al cambio en el uso del suelo derivado de actividades agropecuarias actuales. Asimismo, el cambio climático se considera la segunda.

Foto: FONCET
Foto: FONCET

Más sobre la Alianza de Cacaoteros de la Selva Lacandona

Quetzal y La Niebla no sería posible sin la Alianza de Cacaoteros de la Selva Lacandona, proyecto que se conformó porque el cacao es una posibilidad de vida para quienes habitan esta región.

Se encuentran en el municipio de Maravilla Tenejapa, región al este de Chiapas que cuenta con 12,945 habitantes y una extensión de 20,148.28 hectáreas de Área Natural Protegida, que representa el 37.11% de su superficie.

Agrupan a 58 familias campesinas: cada una posee parcelas biodiversas en las que hay interrelación del cacao con la vainilla, el cardamomo, la pimienta y otros frutos, además de que cultivan la milpa para su auto consumo.

El proceso post cosecha lo realiza cada quien en su traspatio, así que hay distintos perfiles de cacao en una misma organización. El cuidado y la regeneración de la selva es uno de sus principales ejes de trabajo y la agroecología es su principal herramienta.

Los aromas y sabores en un chocolate (que sí es chocolate) se deben a un tema biocultural.  El territorio, el trabajo campesino y los procesos post cosecha conforman su identidad: así que esta barra de chocolate en pro de la conservación del quetzal tiene un mensaje redondo de sostenibilidad en el que personas, alimento y entorno importan.

También hay otras maneras de donar, checa la página de FONCET.

Foto: Alianza de Cacaoteros de la Selva
Foto: Alianza de Cacaoteros de la Selva

¿Te animas a comprar una barra de chocolate Quetzal y La Niebla? Platícame qué te parece si la pruebas.

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