Viajar por Costa Rica puede ser una oportunidad para apreciar la importancia de la conservación biocultural y los viajes conscientes. Si bien ahí escucharás la expresión “pura vida” en forma de “hola”, “gracias” y “cómo estás”, también puede servir para condensar algo importantísimo: es uno de los 25 países más megadiversos del mundo, aunque su extensión sea mínima: después de Belice y El Salvador, es el más pequeño de América central.
Sin embargo, por su ubicación geográfica, tiene una alta exposición a riesgos asociados al cambio climático. Es por eso que los ejemplos de resistencia local y de cuidado al entorno biocultural importan y esta travesía consciente muestra varios de ellos.
Hay una innegable simbiosis de las personas con sus territorios y los seres que en ellos cohabitan, y aunque los diversos fenómenos económicos y sociales actuales provocan cambios y rupturas en esta unión, en la ruta sugerida a continuación no solo conocerás lugares hermosos sino a gente comprometidas con el cuidado de su entorno y con saberes que deben ser escuchados y compartidos.
Refugio Nacional de Vida Silvestre Caño Negro
Esta recomendación se encuentra en la parte baja de la cuenca del Río Frío en las Llanuras del Norte y está en la provincia de Alajuela, a aproximadamente cuatro horas de San José, la capital tica. Sus principales atractivos son la laguna y el humedal de más de ochocientas ochenta hectáreas.
“Hay que buscar lo inusual en lo usual”, sugiere Diego Soto, guía- chofer especializado en aves, quien, antes de llegar y durante todo el camino, invita a prestar atención en las copas de los árboles en todas partes: halcón caracara (Caracara cheriway), mosquero social (Myiozetetes similis), una pareja de tucanes pico iris (Ramphastos sulfuratus) y al estandarte del país, el perezoso de tres dedos (Bradypus variegatus), entre otros.
Rosa Sequeida Romero, cofundadora de Paraíso Tropical Caño Negro y guía local, conoce y ama este que es su hogar, el de su familia y de sus antepasados. La identidad de las personas caño negrenses está relacionada con el agua (o la falta de ella) y con una multiplicidad de sonidos.
Por ejemplo, escucharás, al clarear el alba, el aullido del congo o mono aullador (Alouatta palliata), que habita ahí en tropas; a las más de cuatrocientas cincuenta especies de aves que hay en este lugar según eBird, proyecto de ciencia ciudadana de la Universidad de Cornell; o en la noche, prestarás atención a las conversaciones agudas de diferentes tipos de murciélagos como el narigón (Rhynchonycteris naso) o un sinfín de vida silvestre.
Para Rosy, la autenticidad es parte del encanto de su terruño y han buscado que no sea masivamente turístico para seguir protegiéndolo. Les visitan tanto como observadores de aves académicos y de investigación; recientemente, quienes hacen fotografía de vida silvestre; y pescadores deportivos y artesanales. La veda de sus peces estrella, el gaspar (Atractosteus tropicus), considerado como fósil viviente y que en México conocemos como pejelagarto, y el guapote (Parachromis managuensis, van del 1 de marzo hasta el 31 de agosto, y la veda general del 1 de abril al 31 de julio cada año.
Ella platica que los niveles de agua bajan en diciembre y enero, y ya para marzo y abril, las lagunas están prácticamente secas en su totalidad (aunque, por el cambio climático, “en los últimos años han empezado a subir los niveles hasta en junio” y han tenido años que ha pasado hasta julio a agosto y “eso no es normal”, dice).
Esto modifica qué animales llegan y cuándo, ningún recorrido será igual a otro y todo depende de suerte y paciencia. En años recientes, las migraciones de las aves se han adelantado: se supone que comienzan a llegar a finales de agosto, pero por ejemplo, el andarríos maculado o moteado (Actitis macularius) estaba ya ahí en julio.
Otras aves avistadas en los caminos acuosos fueron el pato aguja americano (Anhinga anhinga), el zanate o zanatillo (Quiscalus nicaraguensis), el pato chancho o cormorán neotropical (Phalacrocorax brasilianus)—que anida aquí—, la lechucita sabanera (Megascops cooperi), el trogón cabecinegro (Trogon melanocephalus) o el martín pescador collarejo (Megaceryle torquata), entre árboles como guásimo, chilamate, ceiba, huiscoyol y muchos más.
Lo ideal es quedarse al menos un par de días. Pueden llevarte a recorrer los diferentes canales de norte a sur o viceversa, por la mañana, así como de noche, así como a la torre de observación con dieciocho metros de altura, conociendo así una variedad enorme de animales. Todos tus sentidos están atentos pues escuchar a detalle y observar con atención son la clave para gozar este lugar. Otro atractivo es cuando detienen el bote para ver el espejo de agua al atardecer.
Pregunta por sus leyendas locales como la de La luz del llano para conocer su tradición oral y más sobre la relación de este lugar natural con los maleku, uno de los ocho pueblos indígenas los que habitan en Costa Rica y constituyen el 2,4 % de la población, según cifras del Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (IWGIA).
Existe otro atractivo local interesante: Carmen Jiménez Garbanzo “la señora de las mariposas” tiene un mariposario que comenzó hace veinticinco años por la pasión que tiene por estos insectos. Cuida desde que son larvas a ocho especies tales como la Julia (Dryas iulia) y la Phoebis argante, entre múltiples flores. Además, es artesana y elabora joyería y artesanía con los huesos del pez gaspar, además de bolsas pintadas a mano, cuadros y más con animales de la región.
En temas alimentarios, desayuna, come y cena en el restaurante El Fogón de la señora Marlene Duarte García, su familia y equipo. Este lugar tiene seis años abierto y ofrecen diferentes especialidades ticas como el gallopinto, un plato local de arroz blanco con frijoles negros, queso, natilla, tortillas y huevos al gusto, acompañados por un café recién hecho y algunos bizcochos tradicionales hechos con maíz como rosquillas y empanaditas de queso y azúcar (con un proceso artesanal donde este lácteo se ahúma durante tres días).
Tampoco dejes de pedir sus frescos de guanábana, papaya y más o su carne al humo, que son costillas de cerdo ahumadas; sus patacones, que son trozos aplanados fritos de plátano verde y sus diferentes guarniciones, entre las cuales está la yuca, habitual en su cultura alimentaria. Y como tip, pide la célebre salsa Lizano, un condimento líquido a base de vegetales muy popular en Costa Rica nada picante y muy rico.
Parque Nacional Volcán Tenorio, Tapir Valley y la comunidad de Tonjibe
El siguiente tramo de la ruta es hacia la Cordillera Volcánica de Guanacaste donde está el Parque Nacional Volcán Tenorio a nueve kilómetros de Bijagua y veintiocho kilómetros de Guatuso, también en la provincia de Alajuela. Cacahúa Paradise Lodge es un hotel dedicado al cacao y está en Katira desde donde puedes llegar a todos los puntos de interés sugeridos en esta zona.
Yorleny y Marjorie Rojas Monge son las hermanas que decidieron empezar este proyecto en el terreno de sus padres que hace décadas fue un piñal para luego ser un cacaotal. Dormirás al interior de este entorno de cultivo, despertarás rodeado de los cantos pajariles, comerás deliciosa comida casera y tradicional. Incluye un desayuno con gallopinto, huevo, queso, salchichón y natilla, y puedes pedir comidas o cenas por un costo extra.
Para acceder al Parque Nacional Volcán Tenorio, compra las entradas con antelación y de preferencia, ve con un guía quien te facilitará saber hacia dónde mirar y qué. Ronald Cháves Sanabria, por ejemplo, está especializado en anfibios y reptiles, y en los senderos de esta área de conservación natural de más de dieciocho mil hectáreas totales, puedes observar desde un perezoso de dos dedos de Linnaeus (Choloepus didactylus), pasando diferentes serpientes bocaracá (Bothriechis schlegelii), entre otros tantos animales y plantas.
La complejidad para transitar este bosque tropical lluvioso es intermedia debido a sus pronunciadas pendientes. Sus atractivos turísticos principales son los Borbollones, el Río Celeste y los Teñideros a los cuales llegas después del andar, subir y bajar observando diferentes especies en el camino.
Este río debe su nombre al azul intenso debido a un efecto óptico que se produce por la combinación de minerales y la dispersión de la luz solar: puedes apreciar sus cascadas y las aguas termales donde los ríos Celeste y Roble se unen desde miradores con vistas espectaculares.
Además, Ronald y su familia ofrecen un tour nocturno en Eco Paradise, en su terreno familiar, ubicado a quince minutos del Parque Nacional. Este es ideal para quienes aman las ranas y las serpientes: desde ranas de vidrio (Centrolenidae) hasta la terciopelo (Bothrops asper) habitan en sus veredas.
Pero sin duda, uno de los puntos más interesantes en esta región es Tapir Valley, una reserva natural privada de cien hectáreas con más de veinte años de trabajo detrás y que colinda con el Parque Nacional Volcán Tenorio, a la que solo se puede acceder con reservación previa y que pertenece a Donald Varela Soto, Melvin Rodríguez, su socio, y sus familias.
Bijagua, precisamente, fue semillero de uno de los primeros proyectos de turismo rural comunitario en toda la región llamado Heliconias y la madre de Donald, Elizabeth Soto, y él formaron parte del mismo. “En Tapir Valley Iniciamos con la idea de conservación, luego fuimos migrando más hacia el monitoreo de especies, la investigación y también el turismo especializado y la educación ambiental comunitaria”, explica. Donald expresa que prefieren tener el menor impacto posible para la vida que habita en sus terrenos que un gran volumen de visitantes.
Hay especies emblemáticas con las que están trabajando, como la danta (Tapirus bairdii), considerada en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Este animal, que en México se conoce como tapir, tiene un papel fundamental en el ecosistema pues dispersa semillas, abre caminos en el bosque y su presencia facilita el crecimiento de las plántulas en las zonas boscosas, lo que mitiga el cambio climático.
Otro hito que él comparte, y que es un llamado a poner más atención al conocimiento empírico local y a la labor de los guías naturalistas, es el descubrimiento que hizo junto con su equipo de la ranita arbórea Tlalocohyla Celeste cuyo único hábitat conocido hasta el momento son ocho hectáreas dentro de esta reserva. Ella está muy activa en la noche, si es que tienes la suerte de verla. También estudian un árbol endémico de la cordillera Guanacaste, el jícaro danto (Parmentiera valerii), que además, es únicamente dispersado por las dantas.
Para continuar las investigaciones y acciones de protección requieren de más recursos y su trabajo continúo es posible gracias a diferentes especialistas y organizaciones globales. Una de sus aliadas es Re:wild, donde Esteban Brenes- Mora, biólogo y parte de de su equipo, es uno de sus miembros fundamentales.
Él expresa que la historia de la conservación en Costa Rica es extensa y compleja. Si bien en este país son pioneros al respecto con excelentes iniciativas como la creación de los incentivos de carbono, también ha existido, en diferentes momentos, un modelo económico que busca la depredación y que puede ser contradictorio depende del gobierno en turno. Actualmente, añade que enfrentan recortes presupuestarios de casi de la mitad para el sistema de áreas protegidas.
Esteban también llama a observar que, las áreas naturales son cuidadas por los pueblos que habitan en ellas y que la gente, a través de sus comportamientos y oportunidades, puede tener un impacto positivo en su entorno. De ahí que, como visitantes, pensemos en que nuestras decisiones sobre qué y cómo viajar sí pueden provocar cambios.
Por otro lado, otra sugerencia para comprender el origen de esta zona es la comunidad de Tonjibe, uno de los tres asentamientos maleku en la provincia de Alajuela, a media hora de los sitios antes mencionados. Las mujeres de la familia Cruz Elizondo, Turricas, Babelith y Cajacsui, pueden recibirte para contarte más sobre su cultura y trabajan de manera independiente con Odir Rojas Gómez de Onca Tours.
Este pueblo originario ha habitado tradicionalmente en la cuenca del río Frío, localizada en la parte norte del país. Actualmente, enfrentan la pérdida de su hogar y recursos naturales a causa de la ganadería, madereras, mineras, petroleras y más, además de que siguen viviendo despojo, apropiación cultural indebida y racismo. Es importante dejar de lado la folclorización para saber que aquí y ahora son parte de la sociedad y sus derechos humanos deben ser respetados.
Su resistencia continúa a través de su organización colectiva, tradición oral, espiritual y artesanal, así como con actividades como la pesca y la agricultura. Tocu es su deidad máxima y está relacionada con la naturaleza que las circunda, en especial con el agua, ellas son experimentadas pescadoras. Caño Negro es muy importante para las personas maleku ya que estos humedales forman parte de sus orígenes, vida cotidiana y cosmovisón.
Parte de la experiencia que puedes vivir con ellas es que te preparan una degustación de sus comidas tradicionales como la mafuriseca, que es de tabanall (el nombre del guapote en su lengua) asado en leña y envuelto en hojas locales (el anís o estrella, cuinhon en maleku, es hoja santa o momo, y la bijagua), y para beber, ofrecen cajuli, chocolate en agua, y machaca, una bebida con plátano maduro. Pregúntales por sus leyendas, te ayudará a entender más su relación con la naturaleza.
Finalmente y si quieres aprovechar para llevar algún recuerdo dulce de esta zona, Chocolate Sibaeli, de la familia Sibaja Elizondo, también en Katira, ofrece una experiencia sensorial con degustación y proceso de cacao al chocolate: desde elaborarlo en bebida hasta probarlo en helado o barras de diferentes porcentajes.
Caminarás por su sendero y conocerás las variedades que tienen desde forasteros hasta trinitarios y criollos como el porcelana, el lagarto y el rosado que van mezclando para una mejora genética que logre calidad y resistencia año con año.
Aunque nacieron como negocio en 2015, utilizan desde 2018 una máquina ecológica para el secado que aprovecha la energía solar y logra una compensación térmica, ya que el clima es muy húmedo y afectaba su producción.
La Casa del Alto y El Toledo Coffee Tour
El penúltimo tramo de la ruta propuesta va de vuelta hacia San José por el camino hacia el cantón de Atenas, que continúa siendo parte de la provincia de Alajuela. Todo puede variar en tiempo recorrido, según las condiciones climáticas y de las carreteras, pero por lo general, el trayecto dura unas tres horas y media. Sentirás el cambio de altura y de temperatura, ya que aquí es momento de ponerse la chamarra y alistarte para ver cafetales y montañas.
La Casa del Alto es un proyecto familiar de los Rodríguez Vargas en Alto San Isidro que está abierto desde hace ocho años. En él, Cecilia Vargas Ramos “Tuti”, reconocida cocinera y mujer local, y su familia te platican más de sus tradiciones y costumbres. Podrás dar una caminata por la finca, entre cafetales con hermosas vistas, participar en el proceso del jugo de caña y degustarlo, preparar tortillas de maíz en un taller, comer un almuerzo típico y beber café chorreado producido en su finca.
En su casa, Cecilia tiene su milpa sembrada con diferentes maíces (negro, blanco y amarillo), además de frijoles rojos, ayotes y más, y prefiere cocinar todo a la leña pues le gusta el sabor que le da a guisos como la gallina achiotada, acompañada con una salsa de chile y cas o guayaba de monte (Psidium friedrichsthalianum), entre otros manjares naturales.
Ellos son familiares de otro proyecto al que puedes ir para conocer más sobre café desde una visión no extensiva y agroecológica, El Toledo Coffee Tour. Gabriel Calderón Vargas cuenta que esta finca tiene ochenta años, pero que su padre, Gerardo, enfermó a causa de los químicos que se usaban entonces para el cultivo del café, así que decidieron transicionar a un modelo orgánico totalmente. Hay alrededor de trescientas cincuenta especies de árboles en sus hectáreas que conviven con once variedades de café entre las cuales están la catimor, sarchimor, marsellesa y caturra.
Su mercado es 100 % local y a pequeña escala, utilizan una máquina ecológica que les ayuda a usar la fruta del café no solo como grano (además de que solo usa un litro de agua en lugar de cien, ahorrando este recurso). Gabriel dice que el proyecto turístico les ha ayudado a su economía y a diversificar su pensamiento.
En su experiencia sensorial, aprenderás de las cinco variables que cambian el perfil de esta bebida: temperatura del agua, grado de molienda, cantidad de elementos (café- agua), el tiempo de preparación y la presión, así como degustarás su vino de café, elaborado con la pulpa de este grano, y la mermelada de su fruto.
Lo interesante es que verás diferentes métodos, desde el café chorreado tradicional hasta en vandola, un método de infusión costarricense creado por Minor Alfaro, barista y escultor, en 2015, así como probarás alimentos locales para armonizar la saboreada desde una perspectiva lúdica, cercana, tropicalizada y nada pretenciosa.
Después de tu jornada llena de sabores y aprendizajes, puedes pasar la noche en el hotel Colinas del Sol en Atenas, que tiene unos jardines bellos y extensos, además de alberca, así como una cálida atención. En su restaurante puedes desayunar, comer y cenar algo sencillo antes de continuar tu viaje.
Parque Nacional Carara y Río Tárcoles
Para llegar al final de la ruta, el Parque Nacional Carara se ubica dentro de los cantones Turrubares y Garabito, de las provincias San José y Puntarenas, a una hora y media de San José. Diego Soto, el guía que nos acompañó todo el trayecto, explica que este fue el primer parque nacional en Costa Rica en tener un sendero universal para ser accesible a todas las personas, permitiendo que lo recorran quienes usan silla de ruedas o tienen dificultades de movilidad. Él y Costa Rica Groups, una de las tour operadoras con las que colabora, tienen experiencia en ofrecer estos servicios que requieren empatía y organización precisa.
Diego sugiere venir de mayo a diciembre para verlo en su verdor pleno y por la mañana para apreciar más actividad animal en sus ciento veinte mil hectáreas. Este parque es uno de los puntos más visitados en el país para poder hacer observación de naturaleza sin ir tan lejos.
Es un sitio importante de anidación de guacamaya macao (Ara macao), hay presencia de mono aullador y mono cara blanca (Cebus capucinus), así como de mapaches, conejos, tortugas de tierra, ranas como la Dendrobates auratus, roedores como el agutí (Dasyprocta) y mucho más. En él se unen los bosques tropical seco y el lluvioso. Carara, en lengua huetar significa “Río de lagartos”.
Caminarás entre gigantes, árboles como el espavel (Anacardium excelsum), el cenízaro (Samanea saman), cornizuelo (que tiene simbiosis con las hormigas de fuego y donde los soterrey (Troglodytes aedon) hacen su nido). “Como en cualquier bosque tropical, la actividad, sobre todo, está en la parte alta, en las lianas y raíces aéreas”, dice Diego.
Y por último, Emilio Agüero nos llevó en su bote por el Río Tárcoles, cuyo cauce nace en la cordillera Central, cerca de San José, y desemboca, en el golfo de Nicoya: está repleto de cocodrilos americanos(Crocodylus acutus) quienes de día descansan y tienen más actividad de noche. La gente local los bautiza, así que puedes conocer a Osama, de noventa años; Shakira, Lady Gaga, algunas de las hembras y otros ejemplares más.
A pesar de los cambios drásticos que viven los habitantes de Puntarenas tanto económicos como sociales y ecológicos, también podrás ver pájaros como la golondrina de manglar (Tachycineta albilinea), un ave no migratoria; el martín pescador enano (Chloroceryle aenea), la espátula rosada (Platalea ajaja), la garza tigre (Tigrisoma mexicanum) y la garza azul (Egretta caerulea), entre muchas otras más.
Como pudiste leer, el rol de guías de turistas locales y comunitarios, así como de reservas ecológicas privadas y parques nacionales, es esencial y en está travesía consciente, estas son solo algunas opciones y razones para que te animes a incluir este destino en tus próximos deseos de viaje. Pura vida y mucho por cuidar en Costa Rica.
5 animales increíbles de esta travesía
Hay animales que se camuflan con el ambiente, otros son vistosos y se distinguen por sus colores, están los lentos, los veloces, los migrantes, los de casa, los diurnos, los nocturnos… Todos interactúan de diferente forma con la flora y con nosotros.
1. Tlalocohyla Celeste
Esta es una nueva especie de rana descubierta por Donald Varela Soto de Tapir Valley, nombrada en honor a las aguas turquesas del Río Celeste (con una referencia etimológica al dios náhuatl del agua y la lluvia). Su descripción formal se publicó en un artículo científico en la revista Zootaxa, elaborado por este guía naturalista en coautoría con otras personas investigadoras como Valeria Aspinall, Juan Abarca, Estebán Brenes y más. Es pequeñita, del tamaño de la tapa de una botella de plástico y se caracteriza por su vívido verde y líneas amarillas a los costados. Puede estar en peligro crítico de extinción: su único hábitat conocido es esta reserva natural.
2. Perezoso de tres dedos (Bradypus variegatus)
Declarado símbolo nacional de Costa Rica, el perico ligero, perezoso o perezoso bayo es una especie tridáctila de la familia Bradipodidae, perteneciente al orden Pilosa, propia de Centroamérica y Sudamérica. Es la especie más distribuida y común del grupo. Habita en diferentes ambientes, incluyendo selvas y bosques. Es solitario, se alimenta de hojas de muchas especies de árboles y por lo general, pasa varios días en un mismo punto perchado. Como dato curioso, su pelaje se ve verde debido a diferentes cepas de algas que se encuentran en él. Se avistó durante por el paseo en bote de Caño Negro y en el Parque Nacional Volcán Tenorio.
3. Danta (Tapirus bairdii)
Esta es la única variedad que existe desde Colombia hasta México y en Donald Varela de Tapir Valley explica que, en las cámaras trampa de su reserva han registrado doce individuos diferentes. Estos transitan de paso por ahí, o están en búsqueda de agua o alimento, mientras que son cuatro las que pasan más tiempo ahí. Las pueden identificar por las marcas características que tienen: los machos normalmente tienen cicatrices y las hembras, por lo general, las encuentran con cría o listas para dar a luz.
4. Lechucita sabanera (Megascops cooperi)
Si bien también se le conoce como autillo pacífico, autillo de manglar, tecolotito sabanero o tecolote de Cooper (Megascops cooperi), esta ave de presa nocturna pertenece a la familia Strigidae y es nativo de América Central. Fue avistada mimetizándose de manera diurna durante el recorrido por los humedales de Caño Negro, aunque por lo general, su actividad es de noche. Otras especies de lechuzas que se observan en este lugar son la lechuza blanco y negro o la de campanario.
5. Bocaracá (Bothriechis schlegelii)
También conocida como crótalo cornudo de Schlegel es una especie de serpiente venenosa de América Central y Sudamérica. Pequeña y arbórea, se caracteriza por su amplia gama de colores posibles, así como por sus “cuernos” sobre los ojos. Debe su nombre al zoólogo alemán Hermann Schlegel. Aunque son temidas, es importante destacar que las serpientes son controladoras biológicas, dice Ronald Cháves, guía especialista en reptiles y anfibios. Él añade que esta puede pasar en el mismo lugar de ocho a diez días porque son territoriales, pero no es agresiva. Existen ciento cuarenta especies de serpientes en Costa Rica, solo veintitrés de ellas son venenosas, según datos del Instituto Clodomiro Picado. Como dato curioso, el suero antiofídico es el único tratamiento recomendado para neutralizar el veneno de las serpientes y es producido en este país.
Más animales increíbles vistos en esta aventura
– Congo o mono aullador negro (Alouatta palliata).
– Espátula rosada (Platalea ajaja).
– Guacamaya macao (Ara macao).
– Martín pescador collarejo o de collar, o martín gigante neotropical (Megaceryle torquata).
– Pato chancho o Cormorán Neotropical (Phalacrocorax brasilianus).
Guía de viaje para esta ruta
¿Cuándo ir?
Aunque es un destino muy visitado en enero, febrero, marzo y abril, la temporada baja es en mayo, junio, septiembre, octubre y noviembre. La ruta sugerida en este artículo se puede hacer desde finales de julio e incluye paseos en ríos, lagunas y observación de especies que solo puedes ver en temporada de lluvias.
¿Cómo llegar?
Aerolíneas
– Desde CDMX: Avianca, Aeroméxico, Volaris y Copa Airlines (con escalas). Vuelos redondos desde 4,700 pesos (vuelo redondo, depende la temporada).
– Tiempo de vuelo: 3 hrs.
Transporte en Costa Rica
Este recorrido se hizo en auto y es la opción sugerida para este viaje por su flexibilidad. Hay diferentes compañías para hacerlo con antelación desde 15 dólares al día (auto compacto) y puedes recogerlo y entregarlo en el aeropuerto.
¿Dónde dormir?
- En San José
De acuerdo con el Traveller´s Choice Awards 2024 de TripAdvisor: Hotel Grano de Oro, desde 3,500 pesos; Gran Hotel Costa Rica Curio Collection by Hilton desde 2,800 pesos; Hotel Casa 69, desde 1,200 pesos y muy cercano al aeropuerto, el DoubleTree by Hilton desde 2,600 pesos (por noche, habitaciones estándar para dos personas, más impuestos).
- Caño Negro:
De acuerdo con el top de resultados en TripAdvisor: Hotel de Campo Caño Negro y Natural Lodge Caño Negro desde 3,600 pesos (por noche, habitación para dos personas con desayuno incluído).
- En Katira (para llegar al Parque Nacional Volcán Tenorio, Tapir Valley, Río Celeste, Teñideros y la comunidad de Tonjibe):
Cacahúa Paradise Lodge, desde 2,750 pesos (por noche, habitación dos personas, más impuestos con desayuno regional incluido).
- Atenas (para llegar a La Casa del Alto, El Toledo Coffee Tour, Río Tárcoles y Parque Nacional Carara):
Colinas del Sol desde 2,500 pesos (por noche, habitación para dos personas con desayuno incluido).
Costos de entradas:
– Parque Nacional Volcán Tenorio: la entrada para no residentes es de 13.56 dólares.
– Parque Nacional Carara: la entrada para no residentes es de 10 dólares.
Para ambos, los boletos se compran con antelación en: serviciosenlinea.sinac.go.cr (esto, debido a la capacidad de carga permitida por día en cada espacio).
Guías locales sugeridos:
La recomendación es que contrates guías: tus recorridos por los lugares sugeridos en este artículo no serán los mismos sin su ayuda ya que te pueden ayudar a identificar especies de flora y fauna, así como a orientarte en caso de cambios de clima repentinos.
- Diego Soto, guía- chofer y asesor de viaje
120 dólares por día más viáticos como guía- chofer; 100 dólares guía solamente.
WA: +506 8371 5914
IG: @costarica.diego
- Rosa Sequeida, guía local y cofundadora de Paraíso Tropical Caño Negro
138 dólares por 2 a 4 personas para el tour de observación de aves con guía certificado y especializado, fruta y café con bizcochos (cuando es matutino).
WA: +506 6034 7387
IG: @paraiso_tropical_cano_negro
- Ronald Cháves, guía en el Parque Nacional Volcán Tenorio y tour nocturno en Eco Paradise
55 dólares por pareja para guía y caminata en el PNVT; 25 dólares por persona en tour nocturno.
WA: +506 8983 6365
- Donald Varela Soto, guía y cofundador de Tapir Valley
Desde 26 dólares por persona más impuestos, hay diferentes tours y pueden personalizar
experiencias.
WA: +506 8610 1608
- Para reservar la experiencia con la familia Cruz Elizondo en la comunidad maleku:
WA: +506 6147 8927
50 dólares con charla y degustación de comida y bebidas tradicionales.
- Chocolate Sibaeli
35 dólares por experiencia sensorial con degustación y proceso de cacao al chocolate.
WA: +506 8731 0179
- La Casa de El Alto
30 dólares por experiencia de turismo rural y alimentario (con caminata, degustaciones de jugo de caña, taller de preparación de tortillas de maíz, almuerzo típico y café chorreado).
WA: +506 8704 3399
- El Toledo Coffee Tour
40 dólares por experiencia alrededor del café y degustación con vino de café, 10 dólares solo degustación de café.
coffeetour1.blogspot.com
WA: +506 8711 1221
Tour operadoras sugeridas:
- Costa Rica Groups
sales@costaricagroups.com
+506 2237 4403
- Onca Tours
riocelestehiking.com
+506 8399 2757
Moneda:
Colón (aunque aceptan dólares estadounidenses en casi todos lados).
Clima:
Su clima es tropical y es modificado por diferentes factores, teniendo un promedio de 30 a 22 °C, aunque en algunas zonas montañosas puede bajar a 14 °C. La orientación noroeste- sureste del sistema montañoso divide a Costa Rica en dos vertientes: la Pacífica y la Caribe. Cada una de estas presenta su propio patrón de precipitación y temperaturas.
¿Qué empacar?
– Para esta ruta, la practicidad es clave: lleva ropa cómoda, fresca y deportiva, que de preferencia, se seque rápido; también impermeable, chamarra ligera, mínimo dos pares de tenis resistentes (no de tela), botas de hiking, bloqueador y repelente de insectos amigable con el ambiente.
– Evita usar color amarillo para temas de observación de aves. Si te mareas, lleva medicina para los trayectos. Usa una mochila que proteja tus pertenencias de la lluvia. Si tienes binoculares, llévalos; y si eres amante de la fotografía de naturaleza, carga tu cámara y telefoto (y protectores, considera la humedad).
Otras consideraciones
– Esta ruta es para personas adultas interesadas en la naturaleza y la cultura local y requiere tolerancia a los cambios de clima y los mosquitos, así como paciencia y apertura para entender otras realidades.
– Si tu manejarás, te sugiero descargar los mapas de tus rutas antes, por si tienes alguna intermitencia en el camino.
– La actividad física que se realiza en ella es de moderada a media (hay senderos accesibles en los parques nacionales).
– Sigue y acata las indicaciones de seguridad locales y sobre todo, respeta la flora, la fauna y a las personas.
– Para los senderos, lleva solo lo necesario y bebe agua para evitar deshidratarte.
– Siempre pregunta antes de tomar una fotografía y verifica si es seguro hacerlo.
– No toques a los animales ni los molestes, tampoco los alimentes.
– No cortes plantas ni muevas nada de su lugar: cada ser merece respeto.
Este reportaje se publicó editado en la portada del impreso de Destinos de El Universal el domingo 13 de octubre de 2024, también está disponible para suscriptores de este diario como contenido exclusivo. Agradezco a Costa Rica Travel y CWW México el apoyo para su realización. Todas las fotos son de Eduardo Peraza (@eduardoperazafoto).