Nota
Mientras recorríamos los terrenos de Hugo Esteban Rosas y su familia en Ignacio Zaragoza, Tlaxcala (de quienes te platicaré más pronto), una especie rodeaba sus cultivos. Los capulines fueron botana y gozo.
Mientras tomábamos estos frutos de los árboles y los comíamos, pensaba en que este es un gusto adquirido tanto de quienes viven en zonas de cultivo como de quienes vamos con regularidad a estos lugares.
Aquí te dejo algunos datos sobre los capulines para que los conozcas aún más:
- El capulín, Prunus serotina subsp. capuli, es un árbol originario de Canadá hasta Guatemala.
- Hay 400 variedades distintas y en México se le dan nombres locales como capulincillo, hielo capulín, capulín de mayo y más.
- Habita en bosques templado húmedos y es pariente cercano de duraznos, cerezas y chabacanos.
- Es polinizado por insectos, su fruto es carnoso, sabe agridulce y astringente, su semilla tiene una cubierta dura.
- Capulín proviene del náhuatl capolin o capolcuauhuitl, de capollin y cuahuitl, árbol (la información anterior es de CONABIO).
- Hay bases científicas que dan sustento a su uso tradicional para el tratamiento de la tos y la diarrea, así como para afirmar que el consumo del cocimiento del fruto es benéfico para el tratamiento de hipertensión, según el Estudio Farmacológico, toxicidad y perfil fenólico del fruto capulín (Prunus serotina) de Pacheco Uribe, G. et al.
- Este frutal, como parte del agroecosistema, sirve como barrera rompevientos y para la captación de nutrientes. Los capulines son importantes dentro de los sistemas agrícolas tlaxcaltecas ya que ayudan a la conservación del suelo y la adición de nutrimentos como nitrógeno, fósforo y calcio, según se lee en Manejo y síndromes de domesticación del capulín (Prunus serotina Ehrh ssp. capuli (Cav.) Mc Vaugh) en comunidades del estado de Tlaxcala de Aidé Avendaño-Gómez, Rafael Lira-Saade et al.
- Las semillas de los capulines no se desperdician: en estados como Puebla, Estado de México y Tlaxcala se secan al sol, después se tuestan en el comal y luego se dejan en agua con sal para hacer una botana que se vende en mercados y esquinas. Se chupan los huesitos y también se muerden para quebrarlos y comer la almendra que contienen en su interior, con un sabor similar al pixtle o hueso de mamey.
- Esta semilla tiene un alto contenido en albúminas: su almendra presentó un elevado contenido de lípidos (las de la Ciudad de México 38 %, las de Uruapan 45 %, las de la Meseta Tarasca 28 %), indica el estudio Caracterización de proteínas de reserva y composición mineral de la semilla de capulín (P. serotina) de Raya-Pérez, J.C. et al. (gracias a Tania Góngora, ingeniera en alimentos, por compartirme este documento).
- El mismo estudio explica que la almendra de capulín aporta (por cada 100 gramos) cerca de un quinceavo de la ingesta diaria recomendada de calcio, un tercio de la de magnesio, un cuarto de la de potasio, un séptimo de la de fósforo y un veinteavo de la de sodio, esto de acuerdo a las tablas publicadas por el Instituto Nacional de la Nutrición. Por ende, se considera una fuente valiosa de proteína, minerales y aceite, con un gran potencial para su aprovechamiento: “El análisis del aceite de la almendra de capulín permite proponerlo como una fuente de aceite para usos especiales; el ácido α-eleostearico podría servir como preventivo en los procesos de inflamación crónica y en general su composición le da un carácter semisecante, susceptible de usarse en pinturas y barnices, por ejemplo, para artesanías”.
- Los capultamales suelen hacerse en temporada de lluvias para aprovechar la abundancia de capulines, los atoles también suelen integrar este fruto. Puedes intentar esta receta de tamales que comparte Cocina al Natural.
